lunes, 21 de diciembre de 2015

gorchs

El viaje a Sierra de la Ventana, ésta vez tuvo una pequeña variante, después de desayunar en el ACA de Gorchs, entramos al pueblo, unos metros más adelante. Para los que no tienen idea, Gorchs está en el partido de Gral. Belgrano,  entre San Miguel del Monte y Las Flores, yendo por la ruta 3. La entrada son unos 11km tortuosos, sin asfalto y con bastantes pozos. Ya desalienta un poco entrar, aunque como siempre pienso que  a más ripio  menos gente, ecuación que conserva la tranquilidad de los habitantes.
No entusiasmó mucho el pueblo, me imaginaba algo un poco más pintoresco, digo, con alguna plaza más o menos simpática, con algún banquito para sentarse a tomar mate, no sé... tal vez estaba todo eso y no lo vimos. Digamos que el punto más importante es la estación, y no muy cuidada, aunque en funcionamiento siempre, y por suerte, ya que el tren mantiene vivos a los pueblos.

la estación con su puerta semi abierta

vamos avanzando a la estación

Al entrar al hall de la estación, por decirlo de algún modo, nos encontramos con ésta ventana rota y envases de tetra en el piso debajo de un asiento, puede que haya un borracho que duerme ahi, o que algún malandrín haga pié en la estación, a falta de otros lugares más apropiados donde refugiarse. De todos modos son las postales de la vida, en ciudad de Buenos Aires lo más normal del mundo, y en Gorchs, nos muestran que la perfección es imposible.
Las vistas de las vías siempre me resultan atractivas, como creo que a la mayoría de las personas, el andén de Gorchs más allá del poco mantenimiento, tal vez demasiado para el movimiento que allí observamos los que tomamos el tren cuando allí se detiene, tiene ese particular encanto y calidez de las estaciones de campo.
Y bueno, no mucho más, un rato para volver a la ruta desde el pueblo por el mismo camino difícil de transitar por los pozos, y seguir el viaje a Sierra de la Ventana, nuestro objetivo. Chau Gorchs! nos veremos otro dia!
una de las calles de Gorchs, desemboca en la estación

sábado, 5 de diciembre de 2015

más animaladas en sierra

De los habitantes más atractivos a los más desagradables, pasando como siempre por los pobres perros que andan rondando las calles buscando un rato de amistad, aca en Sierra uno nunca se siente solo. El alambrado es el descanso obligado de pájaros carpinteros, benteveos, lechuzas y demás voladores.

Otros pájaros trabajan en sociedad con vacas y caballos, y en lugar de elegir los postes del alambrado, viajan juntos, uno brinda alimento y hogar por un rato, y el otro brinda bienestar a las molestias que causan los intrusos, llámense pulgas, garrapatas y otros okupas de su lomo.
De los voladores, no solamente hay que imaginarse a las aves, estos abejones gustan de la flor de la salvia, y las mariposas son atraídas por otras flores
Y tal como en la ciudad, el bicho bolita es plaga en estos días de primavera, son bastante simpáticos y no nos causan problemas con sus picaduras, pero a las plantas las están liquidando desde la raíz, a veces es desesperante ver que una planta logró avanzar después de mucho tiempo, y está caída, remover la tierra y encontrar un hervidero de bolitas. Ahí dejan de ser simpáticos.
Y entre los desagradables sin dudas están las conocidas gatas peludas, que tantas alegrías traen a los remeros en estos días por el delta.

No faltan habitantes, lindos y feos,  parece que realmente nadie está solo en el mundo, no??